EL FUNK EN EXTRAÑA

Hace tiempo q queria escribir unas reflexiones a grito pelado sobre el estado del FUNK estatal. Como proletario del ritmo creo q es importante abrir un debate teórico sobre el estado de la cuestión y cuales son las perspectivas y los caminos que han de abrir todos los q practicamos el funk, para así llevar nuestra música al sitio q le corresponde en el panorama y poder extenderla para q todos trabajemos de lo q nos gusta y podamos bailar a destajo.

Antes q nada, mi opinión personal es q el funk es, más q un genero, una manera de entender la música. El uno de James, Sly, George y los padres del género, abrieron unos caminos q no han dejado de evolucionar, tomar derroteros de lo más variopintos, y llegado a calar en la música popular de una manera decisiva. Cualquier artista puede tener un tema funk en su repertorio, pero todos los q amamos esta música sabemos q eso no basta para tener un carácter funkadelico. El funk es una música colectiva, hecha para bailar, pero también para reivindicar, para pensar y para reir, para flipar y emocionarse. De ahí lo heterodoxo del género: funk son los Chambers Brothers, Minnie Ripperton, Mandrill, los Isleys, los Meters, los Chi-Lites o Michael Jackson. Prince es funk y también mucho del hip hop, funk es Jamiroquai, Snoop Dogg, Groove Collective, Jamie Lidell o Los Amigos Invisibles, FTM, Chocadelia, Guateque All-Stars y tantos otros.

La verdad es q tanta herencia musical a veces empequeñece los esfuerzos de los grupos actuales para hacerse un sitio en el jodido mercado musical. El apogeo del funk fue en los 70's y aunque es indudable q los 80's estuvieron repletos de funk (yo considero que la disco music, pese a lo q digan los ortodoxos del tema, es una hija legítima de éste repleta de momentos gloriosos y también bochornosos, como en todo), lo cierto es q la relevancia del género en sí se fue diluyendo hasta hoy, cuando la escena funk es minoritaria, aunque esa minoria siga haciendo ruido. Digamos q el funk se ha integrado en el pop como una variante estilística más.

Lo cierto es q hasta hace unos años mirábamos con envidia (sana pero agria) a paises de Europa q recibían la visita de la armada P-Funk, de Bootsy y de tantos otros, mientras q aquí nos comíamos lo mocos. Extraña tuvo algunos escarceos con el funk en la época, pero el género no estaba en el subconciente colectivo. Supongo q tuvo q llegar la generación del post-franquismo y el desarrollo del consumismo para q surgiese un renovado interés por la black music, primero por el soul, luego por la disco-music (no hemos de olvidar q seguramente de pequeños nos tragamos Boney M y Village People antes q el Atomic Dog de Clinton, y esos hits se nos quedaron pegados en la memoria) y también gracias a artistas como el mencionado Jamiroquai o el Acid Jazz iniciamos un proceso de investigación arqueológica que todavía hoy nos lleva a descubrir a grandes intérpretes y bandas q forman -o no- parte de la historia de la música.

Y el milagro, y el trabajo incansable de publicaciones especializadas y bandas pioneras, se hizo realidad. Desde hace 10 años han surgido multitud de grupos por todo el Estado q se han lanzado a la carretera a hacer funk. La última hornada bajo el manto del deep-funk y de la electrónica.

Pero seguimos siendo muuuuy pequeños. Hay q iniciar una segunda fase, hay que crear un lenguaje funk moderno y adaptado a nuestra realidad inmediata social y política. Hace tiempo hablaba con Dani Doc sobre que había q superar las consabidas consignas funk rollo "everyone is groovin' with the funky beat", había q dejar de emular y imitar el lenguaje del funk de época. Porque eso no hace crecer el género, lo estanca. El funk está lleno de tópicos, temas recurrentes q en su época eran originales y que pese a su efectividad indudable hoy se nos antojan muy manidos.

Hay q buscar la conexión con el público, cada grupo debe encontrar su discurso própio y desarrollarlo canción tras canción, porque solo así podran crecer y intentar llegar a más gente, gente que busca identificarse con la música, si, pero también con una manera de entender las relaciones, de enfocar los acontecimientos del momento, sea de una manera reivindicativa o superficial. No hablo de volvernos "serios", hablo de encontrar una manera de decir las cosas en castellano de un modo funk. Debemos diferenciarnos de la música comercial al uso y tenemos la posibilidad de hacerlo, pq el funk permite, a diferencia de otros estilos, reirse de uno mismo, ser cursi, ser macarra, ser un perdedor o un bacileta del carajo. Puedes ser un predicador, un alienígena, un tipo con mucho estilo o un borrachuzo de cuidado. Pero hay q acercar el funk a nuestras vidas y viceversa, hay q integrar nuestras experiencias en nuestra música, hermanos y hermanas. Seamos valientes, caguemosla muchas veces hasta q nos salga ese temazo q la gente pueda corear de cabo a rabo.

A mi entender hay q avanzar en varias direcciones para ampliar lo horizontes y posibilidades del género, direcciones q ya se han iniciado y en las q hay q insistir si queremos acceder a un abanico más amplio de público:

- Hay q reforzar la relacíón con el hip hop. Si algo tiene el rap es q es una música viva. Solo hay q escuchar las letras para ver q hay un trabajo increible con en lenguaje. La forma y el contenido se unen y lo más importante, conectan con la realidad de muchas personas, q ven reflejadas sus vidas en rimas. Nada se me antoja más estimulante que mezclar esas líricas con una banda de funk detrás. Los experimentos realizados hasta el momento destacan por su frescura y creo q benefician a ambos mundos y sobretodo a la música en directo. El rap puede ser 3 mc's y un dj, pero también puede ser 3 mc's y diez pavos detrás liándola. Todo un show.

- Hay q estrechar lazos. Unidad. Empezando desde internet, des del jodido myspace o el insoportable facebook hay q promocionar el funk, los grupos deben conocerse y ayudarse. Está claro q el negocio está muy mal y q liarse a montar giras de muchas bandas es un suicidio -aleluya por los festivales q van surgiendo- pero a un nivel individual se puede hacer mucho desde un PC (¡estoy hasta los huevos de bandas q no autorizan html's en sus comentarios del myspace! Ya sé q hay promos feísimas y alejadas del funk, pero hay otras q solo tienen esos espacios para promocionarse). Y evidentemente, y en la medida de las posibilidades de cada uno, hay q ir a los bolos de las bandas funk q te estimulen. En definitiva, hemos de crear nuestro própio mercado, en el q estemos al día de q discos salen y de q grupos estan girando en cada momento. Desde aquí agradecer a las publicaciones especializadas su esfuerzo en éste y otros sentidos. En éste momento en el q las ventas caen, debemos aprovechar internet para difundir nuestra música. Está claro q hacer un disco cuesta trabajo, tiempo y dinero, pero no nos engañemos, nunca vemos pasta por la venta de los discos, lo vemos por los bolos. Asimismo quiero reivindicar la labor de pequeñas disqueras q hacen del funk y sus variantes su seña de identidad. También hay q apoyarlas, hay q consumir con cabeza la música q nos gusta, solo así saldrán adelante -las majors q se jodan.

-Hay q ser imaginativos. Hemos mamado una música q nos ha ofrecido bandas sonoras, canciones de amor mega-cursis, viajes alucinógenos, discos conceptuales, desmanes tecnológicos, llamamientos a la revolución. Q lo ha hecho desde una óptica más jazz, más funcanrolera, más electro, más pop, más experimental. El funk es imaginación, hermanos y hermanas, esa es nuestra arma para diferenciarnos de los demás géneros. Y Extraña, con su charanguismo panderetero, su pasado agridulce, sus contradicciones, sus crisis económicas y sus pelotazos, su rollo cool y su rollo cutre, nos ofrece multitud de temas q pasar por el tamiz funk. No hay q pretender ser como los afroamericanos de los 70's, porque ellos siempre lo hicieron mucho mejor, hay q ser como somos, con nuestros dejes y nuestras carencias, q al final son lo q nos diferencia del resto. Nuestra vida y nuestras mierdas y grandezas pueden ser muy funkies. Solo hay q mirar alrededor, escribir y experimentar. Ensayar y irse de la olla.

Venga, es el puto momento.