miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL VIAJE A NINGUNA PARTE

Tomo prestado el título de la peli homónima de F.F.Gómez, gran título, gran peli.

Me pido disculpas a mi mismo y a los q seguís éste blog por el prolongado silencio, facebook es una gran mierda en la q dices cosas poco elaboradas y q te absorve por su inmediatez... Se dice q la gente ya no es capaz de aguantar más de un párrafo del rollo de nadie, q lo suyo son las cápsulas cortas, el pasar de una página a otra, q no hay tiempo ni ganas en una sociedad con prisas, y al final hasta yo me lo he creido, q estúpido. Ya sabéis lo q siempre digo, si lo hago es por mi, al igual q si hago canciones y me invento proyectos es para dar salida a mi creatividad, por necesidad vital... no valoro el resultado comercial, la salida, la repercusión. Pero el momento q vivimos obliga a replantearse muchas de las cosas q creíamos asumidas, q pensábamos q durarían para siempre.

Pero la verdad es q nada dura para siempre. Todo cambia.

Si analizo mi/nuestra trayectoria artística profesional, me doy perfecta cuenta de q estamos al final de un ciclo. Tras 15 años (más los anteriores de preparación, de ensayos, de errores y aciertos) hemos llegado a un punto de conflicto, q no sin retorno. Me explico (y cuesta).
El músico profesional al margen de la indústria está en horas muy bajas. Volvemos al hobby, es un hecho. Si alguna vez vendimos discos (por motivos diversos: estar en el lugar y el momento adecuado con el proyecto adecuado, porque nos hicimos un pequeño lugar dentro de la indústria musical estatal, por suerte, por nuestra valía, por nuestra originalidad -en tanto q no habían propuestas similares a las nuestras, etc...), ya no los vendemos. Si alguna vez generamos derechos de autor q nos permitían afrontar épocas de poca actividad, ahora ya nos generamos. Si teníamos presencia en los medios con cada nuevo disco, ahora ya no la tenemos. Si antes sácabamos rédito de una "fama" relativa, ahora cada vez cuesta más, por lo anteriormente mencionado, pese a q la gente pueda saber nuestro nombre (Manero sobretodo, Chocadelia en menor medida). Si antes teníamos una agenda de conciertos q nos permitía vivir de nuestro trabajo, ahora cada vez hay menos conciertos, los ayuntamientos recortan presupuestos y los veranos -época en la q se trabaja más y q te permite poder mantenerte el resto del año para desarrollar tareas de composición y preparación de nuevos trabajos, mientras haces bolos en salas q, siendo ciento y la madre sobre el escenario, nunca son rentables- y los cachés bajan y la infraestructura q rodea salir a la carretera cada vez se hace más pesada. Q no ganamos pasta vaya, y ha llegado ese punto en el q, despues de poder decir q sobrevivíamos -q no es poco- con la música, ahora las cosas están mucho más putas.
Nunca hemos hecho las cosas por pasta, pero esta, q duda cabe, es necesaria para vivir. Éramos del tipo de artista q se hacía los discos en el estudio q tuvimos a bien crear cuando las cosas iban bien. Nos pasábamos horas y horas, días y días, meses y meses, en el estudio grabando, yéndonos de la pelota, elaborando los discos q habéis escuchado. Tiempo q nunca ha sido bien remunerado, pero q usábamos en lo q nos gustaba con sumo placer. Nuestro objetivo era crear, tocar, componer, salir de bolos, buscar nuestra identidad como artistas, crecer, experimentar. Los roles se han ido definiendo, hay quien compone, el q produce, el ingeniero de sonido, el q controla de organizar las salidas.
Y llega la crisis. Pero no solo la crisis del sistema, la q todos sufrimos a diario, la q nos ahoga y q no nos deja llegar a final de mes. También es una crisis personal. La crisis de los 30? Nunca había creido en esas mierdas, sigo dudando de su validez, pq de lo q hablo te puede llegar a los 35, como a los 25, a los 40 o cuando sea. Hablo del final de una etapa vital en la q has vivido de las ilusiones, de los sueños, de las aspiraciones q uno tiene cuando es un chavalillo q quiere tocar un instrumento ("wanna dance!" q diría Gene Kelly en "Cantando bajo la lluvia") y vivir d ello. Bien, cumplimos el sueño, ahora toca despertar de él. Ya no podemos vivir de la música.
O más bien ya no podemos dedicarnos a ella como hasta ahora. Somos personas a parte de lo q hacemos. A parte de la música tenemos aspiraciones: salir con nuestra novia a pegarnos un homenaje de vez en cuando, hacer un viaje a algún sitio molón, tener tiempo para nosotros, para leer, para ir al cine, y, como todo el mundo, no queremos llegar ahogados al dia 30 para pagar el alquiler, ni tener q pedir pasta a nuestros padres un mes en el q no tenemos ni un duro. Cuando tienes 25 años te la suda casi todo, ¿q he de vivir en un cuchitril? pues guai, ¿q me he de pasar noches enteras grabando y olvidar los rayos del sol durante unos meses? bueno, mi cuerpo lo aguanta. No es q te la sude, es q ni piensas en ello, la ilusión es tú motor. Y encima va y consigues ganar pasta con ello, con lo q sigues haciéndolo. Hasta q dejas de ganar pasta y todo te abruma en sobremanera (como a todos).
Siempre he dicho q el artista es otro trabajador más. Somos gente normal. Trabajamos de noche (los bolos) y de día (ensayos, composición, grabación), y al final, miramos nuestra cuenta, y cuando te das cuenta de q no cubres la base de la pirámide de necesidades (vivienda, comida), es q tienes un problema y hay q tomar decisiones.
Yo siempre he sido el colgao máximo, entendido como el soñador -o pardillo-, q vive para lo q le sale de la cabeza. El q oye cosas en el tarro, el q aprovecha toda la mierda q va encontrando, leyendo, visionando, escuchando, y luego tiene un momento catártico en el q plasma eso en una canción, en un disco, en una mitología. No soy el único, pero mío es el papel de motivar a los demás, de darles material al q ellos se puedan sumar, q tb les represente, q les ilusione y adapten a su manera de tocar para realizarse con ello, para disfrutar y sacar lo mejor de si mismos. Hasta para sacar lo q no sabían q tenían dentro. Esto puede sonar a bacilada, pq toda música es fruto de un esfuerzo colectivo, pero no pretendo darme una importancia pretenciosa, ni considerarme mejor o superior a mis compañeros: mi función, consignada a través de estos años, ha sido aportar materia sobre la q trabajar. Es distribución del trabajo mezclada con creatividad prolífica, y, quizás tb algo de ego y carácter fuerte, no lo niego.
De alguna manera, son mis ideas y mi gente se suma a ellas. Éste es un punto clave: mi compromiso con mi creatividad es total. Para mi es lo más importante, lo q me hace ser yo mismo. Yo me como la mierda a saco cuando estoy seco de ideas, las paranoias, la inseguridad. Soy el q 24/7/365 está pensando en letras, conceptos, melodias, estupideces, coreografías, muchas de las cuales no llegan a nada, mientras un 5% terminan siendo una canción. No es q me sude la polla el dinero, lo necesito para vivir como todo el mundo, pero determinadas circumstancias hacen q mis necesidades sean pocas y q requiera muy poco para satisfacerlas.
Pero no es así para todos. No todo el mundo vive lo q hago de la misma manera q yo lo hago. Es más, no soy nadie para exigir a nadie q así lo haga. Es más, quizás este sistema de compartimentación de la actividad ha hecho q así sea. ¿Me entendéis? Es dificil articular un discurso claro con conceptos tan abstractos.
En fin, no todo el mundo puede vivir en las nubes, pq puede q ni sea su objetivo en la vida, si esto ha de suponer hacer grandes sacrificios en su vida personal. Las necesidades cambian con los años, las personas cambian, los grupos y sus relaciones internas evolucionan. A todos nos gustaría seguir viviendo de la música, pero no a cualquier precio. El precio varía según cada individuo. Y cuando alguien esta sufriendo por pagar su alquiler, no le puede pedir q se venga al local a pasarse horas y horas no-remuneradas, porq lo q se hacia a gusto, se puede convertir en una carga, y ESO, cuando hablamos del arte, de la expresión artística, supone poner en peligro la motivación.
Para nosotros tocar es un placer, y esa consideración está por encima de todo. No somos mercenarios. No hemos estudiado para ser grandes intérpretes (algunos si), sino q hemos disfrutado saliendo al escenario. No lo hemos visto como un trabajo, esta denominación nos la han dado los años, el volumen de trabajo. Y si tenemos q seguir en esto, no debemos nunca perder esa perspectiva.
Éste es un viaje a ninguna parte. Estamos cada vez más fuera q dentro. El discurso del perdedor con dignidad siempre acaba estrellándose con la realidad más cruda: hay q vivir. Porq el objetivo se desdibuja, la meta nunca ha estado clara (¿vivir de esto?¿disfrutar?¿trabajar con nuestrso amigos?). La amenaza de volver al punto en el q empezamos, a las barricadas, a los bolos mal pagados, a los garitos, a la consideración de la música como hobby, es algo q está cada vez más presente en nuestra cotidaneidad. Supongo q a algunos nos da igual, como a tantos otros artista q han vivido bajo mínimos toda su vida, siempre justeando. El artista "romántico" por excelencia, siempre observado con lupa por un sistema en el q no ser productivo en términos económicos, en el q no ascender socialmente y vivir permanentemente de las ilusiones peterpanescas, está mal considerado. El lugar q ganamos ante nuestro círculo más inmediato, nuestras familias, se resquebraja bajo nuestros pasos. La idea de q el fin está cerca cada vez es más acuciante, claustrofóbica.
Los cambios vienen a ti, y has de adaptarte para continuar. Buscas actividades complementarias q te permitan tener ingresos con los q ir pagando las facturas y poder desarrollar facetas de la vida a las q no quieres renunciar, y q tb te permitan continuar con tu actividad musical sin la espada de Damocles sobre tu cabeza. Actividades fuera del negocio musical, actividades dentro de él o en otras facetas del mundo del espectáculo.
Por otra parte puedes intentar reinventarte dentro de él, dar lugar a nuevos proyectos más sotenibles, o involucrarte en proyectos ajenos sin perder tu identidad,o si es necesario, ganarte las garrofas en otros en los q simplemente haces un trabajo profesional con tu instrumento. Todo son caminos para, al final, poder seguir manteniendo ese "espacio" personal, propio, esa manera de hacer las cosas tal y como te gustan. Sin más pretensiones q hacerlo bien, con ganas, con placer.
Ir haciendo un camino q empezó hace ya mucho, cuando conocí a Miguelito y Erktr en el instituto, a Paquito y Deliciosa tocando en una banda de roc a los 17, a Dani en la universidad, a Chokapic hace ya 13 años en un concierto.
Siempre es duro ver como cambian las relaciones dentro de un grupo de personas q considero mi familia. Pero siempre habrá amor entre nosotros, nunca acabaremos mal, hemos compartido demasiado como para enfadarnos y partir peras. Antes finiquitaremos proyectos, o cambiaremos nuestra manera de trabajar. Y no será tan trágico, es la vida, se trata de estar a gusto con uno mismo, de ser feliz en la medida de lo posible.
Me estoy poniendo sentimental. Caca.

No es decadencia de lo q hablo, q quede claro. Hay discos en mi cabeza para años. Yo seguiré haciendo mierda siempre, y espero q toda mi gente esté conmigo para ayudarme, para hacer realidad mis sueños. Hablo de crecer y afrontar los problemas cara a cara, como hace todo el mundo. Hablo de ir haciendo camino al andar (Hernandez dixit). De viajar a ninguna parte, pero siempre con mis amigos.

Bueno, a todo esto, el disco de Chocadelia se llama "El Fin está cerca". Creo q es el nombre más apropiado para un disco en los tiempos q corren.
Ya estamos terminando el mastering y los diseños, con un poco de suerte la semana q viene lo enviamos a fabricar y en un mes aprox está en la calle. ¿Y luego? ¿Gira de presentación? Quien sabe, sin pasta vas haciendo sobre la marcha, Madrid y Bcn seguro q caen, todo lo demás es especular. Eso si, sonará de muerte, y hay buenas canciones.

Iremos hablando.