sábado, 21 de febrero de 2009

MOVIMIENTOS DE RESPUESTA A LA SOCIEDAD DEL ESPECTACULO: INTRODUCCION

Desde Chocadelia hemos intentado generar una pseudo-ideologÍa de respuesta al contexto cultural que impide el desarrollo de propuestas como la nuestra. Propuestas críticas en el terreno sexual y político que usan la música cómo vehículo de expresión y de lucha. Bien es cierto que quizás no hayamos tirado un cóctel molotov en nuestra vida, pero no es menos cierto que nuestro ámbito de actuación está dentro de nuestro trabajo, ahí es donde nosotros podemos incidir y donde nosotros podemos hablar con conocimiento de causa. Nosotros sufrimos el olvido, a veces voluntario y la mayor parte de las veces forzoso, la dificultad de publicar y difundir nuestras obras por su presunta “radicalidad” (¿porque lo llaman radicalidad cuando en realidad quieren decir no-rentabilidad?), y la ruina de la auto-producción y de organizar una gira sin recursos y en la más absoluta precariedad. Y no estamos solos, q somos un puto montón de gente con un discurso propio q está tirando al limbo conceptos “revolucionarios”, porque no debemos olvidar q el objetivo primordial de la música –cuando a un pavo de la tribu se le ocurrió ponerse a berrear y a aporrear con un hueso el suelo- es comunicar, entretener e incidir en el oyente. Así, cualquier idea desacorde con los estereotipos vergonzantes q promulga el pop de masas, no deja de ser revolucionaria.
Evidentemente, el anartismo chocadélico (ver entradas del blog del 2007), síntesis del anarquismo aplicado a la industria del entretenimiento y la herencia de las vanguardias artísticas de las primeras décadas del s.XX, no ha sido ni de lejos la única formulación de la problemática producida por la aplicación de los valores del mercantilismo en la cultura, y desde luego es una formulación individual sin trascendencia, pero q nos sirve para articular un discurso musical y político que nos permita seguir trabajando y creando a pesar de comernos la mierda a capazos.
Nada más apasionante que trazar un mapa y una cronología de los movimientos de respuesta político-cultural a la sociedad del espectáculo, porque en realidad es como elaborar un árbol genealógico en la que todos los miembros de la familia, aún en diferentes partes del mundo, están íntimamente relacionados. Desde el surrealismo militante de Aragon y Breton y el dadaísmo de Tzara y Picabia en la Europa de pre y entreguerras, a los planteamientos innovadores de la revolución soviética con un Rodchenko o un Eisenstein, pasando por la desorientada generación beat de Burroughs, Ginsberg y Kerouac en la norte-ámerica de los 50 o la alucinada revolución juvenil contra-cultural del movimiento jipi en los 60 que desemboca en la radicalidad del mayo del 68 y los nuevos planteamientos de la Internacional Situacionista en Francia y de King Mob en Uk, con su derivación violenta de la Angry Brigade y los Motherfuckers americanos, todos ellos protopunks y clara influencia en el punk de los 70, casi la última expresión de revuelta contra la sociedad del espectáculo, aunque llena de chancrismo e infantilismo, y en última instancia absorbida por la industria en su vertiente más inocua. Y después… personalmente considero q el desarrollo de movimientos juveniles concienciados y organizados ha generado una cultura, unas coordenadas estéticas y grupales, q han permitido el florecimiento de una música acorde con esos parámetros. Es indudable q el rock radical q se generó en los 80’s en Euskal Herria con grupos como Kortatu o Hertzainak difundió unos valores anti-sistema que todavía hoy son seguidos por multitud de bandas de muy distinto estilo pero discurso común (caso aparte es la trayectoria de Siniestro Total, siempre al margen de movidas y movimientos). Las fiestas mayores alternativas en todo el Estado son un testimonio de lo que estoy diciendo. Sin entrar en valoraciones de éste fenómeno, también es cierto que éste movimiento, que bebe del punk y de la tradición popular a partes iguales, se alejo de los planteamientos de crítica-estética e intelectual que caracterizó a las vanguardias y a los movimientos contra-culturales de los 60-70’s. Son la negación de la estética, no hay un uso distorsionador de la cultura de masas para mostrar sus contradicciones. No hay un uso político-estético del cine, los cómics, la prensa, el porno, de los elementos de la sociedad de consumo. Pero si que existe vida político-crítica al margen del panfletarismo, basta con ver las obras de Banksy, Blu o Obey en el graffiti, con ver las viñetas de El Roto, leer a Paco Alcázar, Miguel Brieva, escuchar a Chocadelia o ver una peli de Gondry –no todas, q tampoco da para tanto, como nuestros discos-, para darse cuenta de que desde postulados radicales también se puede dar una respuesta estético-crítica a la producción estupidista de la industria del entretenimiento.
Está claro que la casi totalidad de estos movimientos se han comido la mierda o han sido integrados en el sistema y sus protagonistas muchas veces han terminado siendo unos vendidos, pero su legado ha producido momentos gloriosos en la cultura del s.XX y los seguirá produciendo en el XXI. Su radicalidad sigue siendo incómoda tanto para el sistema como para los movimientos anti-sistema más ortodoxos, y aprovechando las grietas en ambos siempre contaminará con locura y imaginación las expresiones culturales de nuestra sociedad.
O sea, estamos locos y quizás no tenemos ni puta idea de lo que queremos, pero seguro que esto, no. Y podemos aprender mucho del pasado. En próximas entradas hablaré sobre algunos de nuestros abuelos con más mala baba, y ya sabéis q somos los nietos de los perdedores, y que de nuestras derrotas hacemos canciones.

lunes, 9 de febrero de 2009

CANCIONES PARA PERDER UNA GUERRA, el film

Bueno, aquí tenéis un adelanto de la peli del espectáculo "Canciones para perder una Guerra", realizado por Erektor y Chokapic. En breve colgamos más momentos y miramos de q os lo podáis descargar gratix. Quizás no nos comamos un torrao, pero vamos haciendo!