viernes, 15 de octubre de 2010

DANTE


Joe Dante.
Para mi no hay otro Dante. Del otro sólo he visto grabados y no he leido nada, y aunque seguro que es una figura clave para entender la literatura universal, sería hipócrita por mi parte ponerlo por delante de Joe. Y es q le debo a sus películas horas de entretenimiento a lo largo de toda mi vida, y eso marca un carácter y una ética muy concretos.
Soy un hijo del entretenimiento de los 80. Star Wars, Indiana Jones, los jodidos Goonies, Tron, Regreso al Futuro, El Secreto de la Pirámide, Gremlins.
Mierda, Gizmo era tan mono. Ese pequeño peluche orejudo... todos queríamos tener uno vivo en casa, atiborrarle de alitas de pollo -q en ese momento parecían algo tremendamente exótico porque es posible que ni los McDonalds hubiesen aterrizado en la península en ese momento (que viejo soy, joder!), como tampoco habían gasolineras 24h, ni Oreos, ni muchas cosas que hacían parecer la civilización yanqui como un futuro opulento, moderno y deshumanizador,...- despues de medianoche, echarle un cubo de agua y que apareciesen mil gremlins asquerosos para liar una parda. Hay q ser muuuuy bueno para crear algo así, una imagen tan potente, algo que pese a ser un artificio (una marioneta, stop-motion, unos efectos de lo más simples) sea tan real, tan vivo.
Admiro a la gente q sabe entretener. Para mi el ocio es la vida, es lo que me gusta hacer, lo q me aporta ideas, conceptos, estados de ánimo básicos para crear. Es la capacidad de emocionarse al recibir la creación de alguien, de que te hagan reir a pecho partido, tener tu corazón en un puño, emocionarte y llorar. Ya puede haber décadas de indústria del entretenimiento cohartando la libertad creativa que esta siempre encuentra la manera de salir a la superficie.
Fijémonos en Joe Dante.
Freak compulsivo de la cultura popular norte-americana del s.XX, su opera prima en 1968, "The Movie Orgy", ya deja entrever que nos hallamos ante un pavo que adora lo que hace. Son 7 horas (el otro día ví en la Filmo la versión de 4 horas recuperada del garage de Joe donde yacía mordiendo el polvo) de un collage visual a base de cachos de varias películas de ciencia ficción y/de serie B americanas, aderezadas con constantes anuncios de productos en voga en los 40/50, trozos de trailers y de mil trocitos de películas varias. No hay un argumento definido, sólo unas linias narrativas fragmentadas y constantes desvaríos visuales. 7 horas de mujeres gigantes, hermanos Marx, productos de higiene bucal, Moby Dick, monstruos voladores, motoristas adolescentes, King Kong, niños anunciando cereales, batallas militares, programas infantiles con señores que más que pallasos parecían asesinos en serie, medicamentos fuertes para personas sensibles, unas teticas por aquí y unos rocanroles por allá,... Eh, pero por Joe, y porque, para q negarlo, me encanta esa mierda, aguanté toda la proyección como un Pepe y salí de allí con la sensación de haber visto la génesis de un artista.
Decir tiene que, viniendo a presentar la peli invitado por el Festival de Sitges, tuve la oportunidad de expresarle publicamente mi gratitud y la de mi generación -q os jodan a los q no estéis de acuerdo!- por habernos hecho disfrutar tanto, y el tuvo la cortesía de dejarse fotografiar conmigo. Y es que pese a q no me gusta ir detrás de los artistas q me molan, quizás porque yo me he sentido incómodo alguna vez cuando alguien te quiere saludar o pedirte algo despues de un bolo y a ti te apetece tomar aire, con Joe quería inmortalizar el momento.
Es un venerable de las cumbres, un tipo que hizo Gremlins, El Chip Prodigioso, Exploradores, The Howling -fantástica peli de licántropos-, Matinee, que trabajó con Roger Corman haciendo esos maravillosos trailers de películas de explotation horrorosas de los 70, que hizo la replica a Tiburón con Piraña -hay q tener dos cojones-, y que se ha comido la mierda bastante en los últimos tiempos pese a hacer películas muy chulas (ví ayer The Second Civil War y es una sátira política sobre el fanatismo y el racismo brillante y con la q te partes).
-pausa porro
Él y Spielberg, Lucas, Columbus, Zemeckis, crearon los escenarios para nuestros sueños de aventuras. Espacios y sensaciones q todavía se pueden paladear si mantienes vivo a tu niño interior. Imágenes y palabras clave en el momento justo en q se genera tu lenguaje emocional. La primera vez q ves a Dracula en la pantalla, las primeras identificaciones con Luke o con Han o con Indiana, la primera vez q ves un polvo en una pantalla (probablemente el primer contacto con el sexo de nuestras vidas),... momentos q a partir de ese instante vivirás un montón de veces hasta q vayas perdiendo la capacidad de soprenderte, y como el yonqui q cada vez necesita más dosis para colocarse, tú cada vez necesitas nuevas imágenes y más fuertes para tratar de repetir dichas emociones. Una teoría de la escalada aplicada al entretenimiento. Yo soy así, q le voy ha hacer. No me supone ningún problema ver a Divine comerse una mierda, ni a una pava follarse un cadaver en descomposición; (punto y coma, toma!) ambas imágenes me produjeron en su momento un cosquilleo de lo más agradable en el estómago.
La ficción es maravillosa, esa distancia ante algo artificial pero que, si la peli/novela/tebeo es buena, se desvanece para introducirte en un nuevo mundo imaginario con capacidad de absorverte... Genera una nueva realidad dentro de la nuestra, es pura magia, que digo, es una jodida religión! Las pelis son mi mitología a la manera en que las historias de la biblia lo son para los católicos, siempre es preferible ver el rostro de Kim Novac antes de ir a dormir que el dibujo en tonos pastel de un Cristo entre gay -por lo metrosexual de tener la barba tan bien recortada y la piel tan fina q da grima-, jipi y con episodios depresivos.
Pero si la iglesia va de capa caida, imagínate a Joe enmedio del marasmo q debe ser la industria cinematográfica. Malos tiempos para la mitología. Supongo que ahora tocaría decir aquello de que los niños de hoy ven pelis de mierda y q el cine de entretenimiento actual ni genera mitos, ni códigos de conducta, ni ways of life, ni mierdas en vinagre. Pero no lo voy a decir. Yo no ví Rambo en su momento, mis viejos no creyeron q fuese una película digna de verse por los valores q transmitía, y bueno, se lo agradezco pero, cuando años despues la ví... pues yo q sé, no había pa tanto. Es decir, q más q lo q ves, lo importante es cómo lo ves. El criterio q te haga entender de una manera u otra lo que te entra por la retina. Y como se consigue eso? Cómo transmitirlo? No sé, supongo q al final es una cuestión del cariño que te haya rodeado. No creéis a veces q la verdad sí existe y q la sabemos cuando la vemos? Es un tipo de honestidad física...
En fin, q cada generación tienes sus mitos, y los de hoy tendrán los suyos, aunque a nosotros nos parezcan una mierda. Va por ti, Joe, directos a la extinción!
Ese hachís es bueno, nen.