NINGÚN TIEMPO PASADO FUE MEJOR

Ponerse un disco de JJ Cale una tarde de otoño es algo ideal, amigas y amigos, tiene ese punto de calidez, de recogimiento, de paréntesis en el continuo espacio-temporal. Todas las canciones terminan en fade out y la voz de JJ parece la de un pariente lejano que cuando desembucha algo tras mucho rato de estar callado, lo hace de una manera tan suave y cremosa q te quedas embelesado. "Pero si parecía un redneck!", te dices. Calmo, ese es JJ.

Otro año más varios chocadélicos hemos sido asiduos al festival In-edit sobre docs musicales q se celebra en oct/nov en Bcn y noséquemes en Madriz. La verdad es q al paso al que va la industria cinematográfica, éste ciclo se postula cómo un bálsamo para las arcas de los cines donde se proyectan sus docs... Hacia años que no veía colas para entrar a ver una peli, y menos sufrirlas, y no deja ser curioso q nos descarguemos mil y una pelis pero paguemos para ver documentales... señal de q por fin empezamos a tener una cultura musical asentada despues del vacío franquista y unas generaciones q se interesan por la cultura popular pq sienten q esta les ha marcado a un nivel vivencial. Q nos descargamos pelis a destajo pero vamos a ver documentales q nos acercan a la obra y vida de músicos y movimientos subculturales. Eso está muy guay, aunq no es menos cierto que muchas veces parece q los fondos visuales sean finitos y q cueste cada vez más encontrar imágenes del pasado, con lo q muchas veces terminas viendo instantaneas q ya has visto en otros docs o hasta documentales q, a falta de esas imágenes, tiran de animaciones y recursos de post-producción para explicarnos eso o aquello. Q no todos los docs son buenos, vaya.

Es muy grato q llegue septiembre e irte a Sitges a ver algunas pelis megafriquis, y q llegue oct y te vayas al In-edit. Ya forman parte de mi calendario, y son momentos más entrañables q la navidad misma, pq hablan de cosas q me son próximas y me descubren aspectos del mundo de la música q sirven para entender la evolución socio-cultural de la sociedad occidental desde ella. Me flipa eso, supongo q pq estudié historia en la universidad, y me encanta encontrar los nexos de unión, las causalidades, las continuidades entre una época y otra, entre un estilo y otro, las luchas q se establecian entre lo nuevo y lo establecido, y como lo uno y lo otro se las apañaban para sobrevivir o expandirse. Es cómo trazar la historia de occidente a partir de la música, y ahí están todos los aspectos: económicos, sociales, políticos, demográficos,..

Pero es q además, y lo más fundamental, es q esos docs recogen los testimonios de los protagonistas de esos momentos. Testimonios muchas veces póstumos si nos referimos al mundo de la música negra, ya que poco a poco todos los integrantes de la generación del soul y el funk nos van dejando, cómo antes nos dejaron los del jazz y el blues. Y es básico escuchar sus palabras, para saber q es lo q les movía, para darse cuenta de q, más allá del estilo musical q practicasen en una época u otra, lo q les movía era la necesidad de expresarse, de sacar un sentimiento profundo derivado de su condición, de su entorno. Escuchar sus voces es conmovedor en tanto q nos identificamos con ellos en esa voluntad de hacer las cosas de una manera auténtica, honesta. No será la primera ni la última vez q me veréis derramando una lagrimilla emocionado al ver a algún yayete negrai retirado explicando sus recuerdos y como, pese a ser lo q más le gustaba en el mundo, decidió alejarse de la industria pq no podía ser el tipo de artista q queria ser. Identificación, cohartada o simplemente egolatría, hay unos pocos artistas q merece la pena conocer pq te ayudan a recordar pq haces lo q haces, y q te guían en el camino espinoso de ser persona y producto a la vez.

Hablo especialmente del documental que ganó la edición del In-edit 2009, "Still Bill", una verdadera maravilla, una oda a la coherencia artística y personal de uno de los grandes de la música negra, Bill Withers (autor de canciones maravillosas como Use Me, Ain't No Sunshine When She's Gone, Grandma's Hands y tantas otras), q recomiendo absolutamente a todos/as por la profunda humanidad del personaje y por la sensibilidad de su discurso vital y musical. O del doc dedicado a la discográfica West End Records, que auspició el tránsito del disco a un sonido más cercano al house en los últimos 70's y q promovió la cultura disco en su época de mayor esplendor yendo a la par con el movimiento gay. Un documental fantástico se mire por donde se mire, con una banda sonora acojonante con temazos que en Siberia han marcado un antes y un despues en nuestra manera de entender la música de baile. Pero es q además, acostumbrados a las imágenes q nos han llegado del desfase q eran las noches en las discos de NY y San Francisco, nunca habíamos reparado en el corpus humano q había detrás de esa cultura hedonista y absolutamente transgresora por lo multi-étnica, lo sexualmente integradora que era en una época en la q eso estaba visto como el culo, y lo rompedora q fue en un sentido de cambiar la dirección de la música de baile desde la figura del dj, q empieza a hacer edits de temas de Philadelphia enfocados a la pista, a maximizar las partes más bailongas para q la gente no pare de bailar. Y de ahí pasa a producir a grupos, a dirigir su sonido, y a partir de esa nueva figura q sabe lo q quiere aunq muchas veces no sepa de notas y compases, van cambiando las maneras de producir y comercializar la música de baile (se crean los maxis especiales para las discos,...). Y entonces, llega el Sida. Y escuchas al director de la discográfica, un hombre pequeño, calvete y con bigote, gay a saco, explicar lo devastadora q fue la llegada de la enfermedad en el colectivo gay, de como sus amigos empezaron a morir y se como todo se fue a tomar por el culo. Él llora, yo lloro, todos lloramos en ese cine. Sentimientos tan grandes, experiencias ligadas a la música pero tb a la vida, pq nuestra vida es la música, son los q hacen q valga la pena luchar. Nadie conoce a ese sr. calvete, pero yo creo q siempre me acordaré de él.

Ese tipo de cosas valen la pena. Luego verás el doc sobre James Brown y basicamente servirá para contrastar los rumores q sabías de él: era un hijoputa con mucho talento, pocos escrupulos y una capacidad de trabajo fuera de lo común. La historia de un ascenso desdel gueto hasta el más alto de los rascacielos y de nuevo una caida libre al infierno. Es triste y desmitificador ver como crecen determinados mitos. Ya no te digo Ozzy Ousborne, q ejemplifica esa paradoja tan enorme q es la cultura jevi internacional: los más malotes, satánicos, oscuros, y viciosos acaban siendo unos peleles a los q solo les falta llevar pañales. Ey, q conste, me encanta Ozzy y reconozco su importancia dentro de la música, pero no me jodáis, eso ha de ser dificil de justificar para un fan... o no? Quizás hasta lo haga más grande, por lo menos eso pensé despues de ver el famoso doc sobre Metallica en el q los ves como un grupo desestructurado q necesita de un terapeuta para hacer un disco y superar sus inseguridades y las mierdas derivadas del éxito. Pensé, ole sus huevos, q necesidad tenáin de mostrar sus miserias? Ninguna, y en cambio, lo ves como un ejercicio de transparencia, de decir: estamos jodidos y no sabemos muy bien q sentido tiene todo esto pero... joder, es lo único q sé hacer!

Sería extraordinariamente revelador que hubiese un Wikileaks sobre la industria musical y los artistas, y así poder desenmascarar a más de un farsante q se llena la boca con el Sahara y el altermundismo y luego trata a sus músicos como la mierda. O para saber el nivel intelectual -puede q alto, aunq permitidme q lo dude- de determinados productos masivos q creen q el playback es la máxima expresión de la realización profesional como artista. Bueno, da igual, es por todos sabido q el ser corrupto empieza a ser algo tan asumido en éste jodido estado q poco repercute en la imagen pública. Mas gana las elecciones pese al caso Palau, Rajoy va camino de ello pese a Gurtel y tantos otros,... Y tenemos el star-system q nos merecemos.

Volviendo a los documentales, fui a ver "Barcelona era una fiesta", doc sobre el movimiento contracultural y underground q afloró en la Bcn del post-franquismo y hasta su evaporación a mediados de los 80. Época de descontrol administrativo y de florecimiento de nuevas maneras de expresión, no será la primera vez q me oís hablar de esa época desde la admiración, ya q de alguna manera con Chocadelia hemos reivindicado esa etapa como una influencia clara en nuestro discurso. La libertad creativa q se vivió en los comix underground, con Gallardo & Mediavilla y sus Makoki y Niñato, con Max y su Gustavo, con Nazario y su Anarcoma o Martí y su Taxista, se mezclaba con el renacer del espiritu libertario (en Bcn el anarquismo había sido básico para entender la vida del pueblo antes de la dictadura) y el surgimiento del jipismo. Chocolate, sexo, comunas de dibujantes yéndose de la pelota reflejando el marasmo q se vivía en el Chino, performances homosexuales en medio de las Ramblas (fundamental Ocaña, personaje a reivindicar), conciertos q acababan en bacanales en el Parque Güell... descontrol y creatividad de una generación q estaba hasta los huevos de q les dijesen como se tenía q vivir la vida. Uno de los quids de pq nos resulta tan atractivo ese movimiento a Ch es pq, lejos del provincianismo español, se reivindicaban influencias del yanqui, tanto en los tebeos cómo en lo literario, pero solo para llevarlo a un territorio inmediato, a lo cotidiano. El imperialismo americano deformado bajo el prisma de una ciudad gris, de una época gris, de una transición chapucera. El resultado fue un momento de creatividad desmesurada, sin censura, insultante, violenta, poética, q no ha tenido continuidad. Porque no era un movimiento establecido, era una ola gigante q arrastraba a todos, viniesen de donde viniesen. Las orgías no fueron tan desfasadas como nos imaginamos, y pese a q qualquier tiempo pasado siempre fue mejor, creo q el error del documental es caer en la nostalgia o la mitificación de ese momento. Pq una vez pasado, y cuando el centro cultural se desplaza a Madriz gracias a la movida auspicida por Tierno Galván, todo se va diluyendo, la gente se hace mayor y las preocupaciones cambian... El que tira piedras se busca trabajo, el que fumaba chocolate o se pasa al jaco y se muere o se pasa a las bebidas light y se pone a hacer diseños para los dominicales de los periódicos. Los q no habían pedido ser adalides de la contracultura pasan a ser los traidores q nunca lo han sido. La gente vive, sobrevive, y los q se mantienen en sus trece, o se desquician y vuelven a vivir a casa de sus padre y a vivir en el anonimato o tienen la suficiente fuerza de voluntad y de trabajo para crear su propio camino al margen de lo establecido. Eso es lo q queda al final... no se puede juzgar a nadie por lo q hizo de joven, sino por lo que ha acabado siendo de mayor. Bueno, de hecho no se debe juzgar nunca a nadie, cada uno emite su veredicto sobre si mismo. La juventud es una enfermedad pasajera...

Decir q con éste documental no lloré.