martes, 10 de abril de 2007

PAJAS

Creo que la adolescencia llega cuando uno empieza ha hacerse pajas. Antes de ese descubrimiento eres un jodido crío lo suficientemente inteligente cómo para nunca llegar a fardar delante de los colegas con el rollo: “¡Pues yo me he hecho 40 pajas en todo el verano!”(comentario totalmente real de un compañero –o no- del EGB que no he vuelto a ver en la vida). Uau. 40 jodidas pajas. Era adolescente. La hostia de adolescente.
Mi primera paja no fue para nada mítica, fue de lo más vulgar, de hecho. Era un sábado y en la tele echaban Rockopop, ese programa musical ochentero en el que el número 1 de ventas acostumbraba a ser o Luís Cobos o María del Monte (¡joder la de veces q me tuve que tragar sus patéticos videos que hoy irían directamente destinados al circuito karaoke!). Ey, en ese momento chanaba lo suyo para enterarse de lo que se llevaba –o no. No era para ponerse cachondo, pero es que mi primer tocamiento fue más un experimento científico que una fiesta erótico-festiva: sabía los rudimentos del tema, había tanteado los componentes sin éxito y esa tarde decidí llegar más lejos, porque tenía que haber algo más que frotar y frotar sin resultado. Bendita curiosidad. Beatriz Pecker en la tv, videos infames y de golpe… PAM. Explosión nuclear, dulce pájaro de juventud, la vida abriéndose paso a zambombazos… Ya era adolescente.
Después de eso nada me podía parar. En casa a todas horas, en la escuela –durante y fuera de horario lectivo- en casa de los coleguillas, de la yaya, en el campo, en lavabos públicos, hasta en tú casa si llegué a ir alguna vez. Cualquier sitio era bueno, cualquier momento era el adecuado, cualquier tetilla era una buena excusa para practicar.
Podría elucubrar sobre las implicaciones filosófico-religiosas de la masturbación, pero lo más fascinante era expulsar dos líquidos diferentes por un mismo conducto de tan reducido tamaño (solo se me ocurre otro fenómeno equiparable en la naturaleza: el surtidor de helados de dos sabores). Y el placer… ah, el placer. ¡Que fácil es meneársela, hermanos y hermanas, y encima solo depende de uno mismo! ¡Sexo autárquico y gratuito! ¡La panacea adolescente al calentamiento individual!
Y que jodan a los prejuicios católico-apostólico-romanos, aunque de hecho eran ellos los que hacían mas transgresor pajearse: el secretismo del acto, el no poder reprimirlo, el placer sin mas finalidad que el placer (que entrañables las pajas por aburrimiento), y sobretodo el que te pudiesen pillar en el acto. Todas las cosas que hacen de las pajas algo tabú son las que hacen que masturbarse mole todavía más.
Además, que grandes estampas desmitificadoras son las pajas vistas desde el exterior (podríamos hacer una colección de cromos): pavos con los pantalones bajados sentados en el sofá o de rodillas a dos palmos de la tv –rezando al dios catódico con un ansia religiosa-, con el papel (kleenex, papel de cocina o de váter o sucedáneos improvisados) situado estratégicamente, buscando la escena de la jodida peli porno o de erotismo soft con el mando en una mano. Con los mandos, mejor dicho, en las manos. No deja de ser un gran ejemplo de complejidad psicomotriz comparable a pilotar un simulador de vuelo de la pley. Y que decir de las pajas en la ducha, cuando el calentador da por el culo y en medio del fregao el agua hierve o te hiela, o cuando pruebas a introducir algo por el… Eso lo dejo para otro artículo: “Sexo anal de la A a la Z”.
¡Que sordidez tan nuestra¡ ¡Que igualadora es la masturbación! ¡Y que importante es la imaginación para llegar al éxtasis! Sobreestimulados con tanto producto televisivo de ínfima calidad-aunque también tiene su rollo-, hay que volver al interior y llegar a ser tu propio productor mental-pornográfico, con un amplio abanico de categorías, opciones y submenús. Para hacer tus pajas amorosas con la persona a quien amas o hacerte las pajas más censurables con personas a las que detestas o que te importan un comino. Todo el mundo esta sujeto a ser objeto de una paja. Puede que ahora mismo estés siendo el protagonista de una sucia escena sexual con enanos y dinosaurios de peluche para placer de alguien… Judi@s, negr@s, blanquit@s,… ¡No os preocupéis hmnos y hmnas, si hay un infierno de los pajiller@s al final, todos nos encontraremos allí!
Pero, y sin detenerme en la lectura del semen para ver el futuro (sementáncia o algo similar), creo que una de las mejores virtudes de la paja es que te sirven para abandonarte durante un rato. No hay problema que una paja no pueda aliviar. ¡Masturbación prescriptiva ya!
Voy a abandonarme. Abandonaos.

Lalo López

8 comentarios:

Alioli dijo...

Hola Van Helsings de la pardera (es que los matarifes de zombies no sé como se llaman...)
Pues sí que es curioso esto de las pajas, aunque las chicas tenemos otro universo "pajeril", empezando por la posición cucaracha que no nos permite hacérnoslas en cualquier parte, aunque siempre nos ha gustado escuchar a los chicos hablar de las suyas; que suerte que las tengáis tan a mano...

Marteta dijo...

Pos fíjate tú que yo no recuerdo mi primer scratcheamiento...
Si para los nenes es un tabú, para las niñas ya ni te cuento ya se es mayor cuando lo reconoces ante las friends...pero eso si, todas semos unas pequeñas pajilleras y quien lo niegue...MIENTE!

wever dijo...

jajajaja! if there's hell below...
des de luego que nos veremos todos allí!
me parece curiosa los datos que aparecen en la definición de masturbación según la wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Masturbaci%C3%B3n
en especial con eso de que los hombres mienten para más y las mujeres (en el caso de admitirlo) tienden a decir mucho menos de la pura verdad. Pero lo mejor de todo es ese pequeño recuadro que dice "La práctica sexual que proporciona el 80% de sus orgasmos a las mujeres"
y yo no digo na que luego to se sabe!

Pescador de Perles dijo...

Nens, el otro día Esteban Linés os dedicó un peazo crítica en La Vanguardia. Podríais colgarla para gozo y disfrute de todos los chocadélicos.

Con amor.

Pequeña Pajillera dijo...

Hola a tod@s. Vengo de abandonarme.

¡Que gran artículo Lalo! ¡Cuantas verdades juntas!

Recuerdo mi primera autorelación sexual, era tan pequeña que supongo que sucedió
casi por accidente. No prentendía llegar a nada y de repente me temblaba todo el
cuerpo. Creí que había tocado algo que no debería haber tocao y ya estaba imaginando
qué es lo que le diría al médico al día siguiente. Santa inocencia...

Por cierto, no estoy nada de acuerdo con eso de que a las ladies no se nos permite
hacérnoslas en culaquier lugar. Ahí lo dejo. Quiero seguir acudiendo a según qué
lugares...

Marteta dijo...

Japi birdai lalito
(mam voy a la piltra! le voy a hacer sangre a la cama!)

Chocadelia Internacional dijo...

Sois fantásticas chicas, mala suerte q no tengamos todos webcams para hacer ese concurso de she-dj's. Grácias por enriquecer este blog con vuestros comentarios. Solo deciros q estoy intentando musicar unas opiniones sobre sexo anal, tengo la primera frase: No se puede dar sin recibir, así q hazlo, sabes q voy a insistir. Ese es el tabú masculino más grande, nos morimos por entrar por detras pero nos cerramos a cal y canto cuando nos meten mas de un dedo... Y los tipos no saben lo q se pierden! Nuevos horizontes! Anem-les a cercar les nover emocions!

Troubleman dijo...

Joder que recuerdos esas primeras pajillas!!De la primera no me acuerdo, pero muchas le han seguido y le seguirán.Eso si, recuerdo que nos juntabamos varios coleguillas del cole cuando faltaban los padres de alguno para realizar pajas grupales viendo pelis porno.Si, si, reiros, pero antes era la ostia de dificil poder conseguir material pornográfico (nos daba igual la calidad) y cuando alguno conseguia una peli porno... oh ti@s...era el puto amo del cole!!!Todo el mundo quería ir a su casa a pajearse!!! También recuerdo con cariño la Interviú de Marta Sanchez!Buenas pajas le dedicamos a su salud todos los colegas.
jejeje, también recuerdo haber visto en algún lado eso de la tia que leía el futuro en el semen, creo que se hacía llamar "semenarista" o algo así por el estilo.

En fin, Keep rockin´ wankers!!!